viernes, 21 de septiembre de 2007

¡Mira lo que me levanté por el hi5!

Tus andanzas en Internet pueden tener repercusiones en la vida real. Por ejemplo, basta con que tu novia entre a tu perfil de hi5 con las negras intenciones de fiscalizarte. Y seguramente la vaciada será directamente proporcional a la cantidad de “niñas malas” que tengas como amigas.
Claro, a veces las apariencias engañan, pero hay que reconocer que si un contacto aparece en la foto del perfil casi en bola y en pose sugestiva —prácticamente exhibiendo la mercancía— pues cualquier desprevenido puede calificarlo de “necia” o “ganoso” según sea el caso.
Es que antes se podía ser muy selectivo con sus amigos, pero con las redes sociales por Internet, ahora uno puede acabar conectado con la nena más play de la universidad o con el zoquete más patético casi sin proponérselo. Ahora lo que importa es tener la mayor cantidad posible de amigos. Por ejemplo, lucir 621 “amigos” no es nada raro, como sí lo es conocer en persona a por lo menos la mitad de ellos. Obviamente no se trata de relaciones basadas en el contacto personal (vecinos, compañeros de clase o de entreno) sino logradas buscando por Internet gente con alguna afinidad.
Este fenómeno es más fuerte en Estados Unidos porque empezó allá con Classmates.com en 1995, y las redes más populares son las que tienen más usuarios gringos como Myspace.com y Orkut.com. Les siguen en popularidad son las que usamos los demás como Hi5.com, Spaces.Live.com, Tagged.com y más cerquita, Badoo.com y Sexyono.com.

Con tal de conseguir amigos, todos los trucos valen. Pero no a todos les funcionan igual porque por ejemplo si en las preferencias sexuales un man pone “Te digo después” queda como gay así no lo sea, mientras que si una vieja hace lo mismo, la dudita la hace ver mucho más interesante que si confiesa ser la graduada modelo de un colegio católico. También a las nenas les ayuda mostrar una lista de amigos llena de perfectos desconocidos siempre y cuando sean judíos o argentinos, ya que el 99% de las veces les resultan “altamente decorativos”.

Lo bueno de esta forma de relacionarse es que se conocen formas de pensar, gustos y actividades a las que de otra forma no se estaría expuesto. También es una buena forma de establecer contactos desde acá si uno esta pensando en irse a estudiar al exterior. Y definitivamente es buenísimo para mercadear gratis iniciativas sociales, culturales y artísticas con las que uno esté encarretado.

Obviamente, también hay críticas. La promesa de que las redes sociales nos permiten conectarnos con cualquier otra persona del mundo a través de sólo cinco intermediarios, ha provocado cuestionamientos y burlas desde el experimento SmallWorld de 1967. Significa que, en teoría, algún amigo mío tiene una amiga que conoce al tío de alguien que trabaja con un primo ¡de Avril Lavigne! Pero otro experimento reciente de la Universidad de Columbia sugiere que seis intermediarios son suficientes para hacer llegar un correo electrónico a cualquier otra persona conectada a Internet (10% de la población mundial), lo cual es muchísimo más creíble.

Así mismo, los antropólogos hablan de la “regla de los 150”, según la cual la habilidad humana promedio para reconocer amigos y llevar el hilo de su vida emocional está limitada a 150 personas. O sea que de ahí para arriba, tus amigos en línea pueden considerarse puramente decoración.

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