lunes, 15 de octubre de 2007

PERSPECTIVA DEL ESCRITO “DISTINTAS PERSPECTIVAS DEL AMOR”

ESTEBAN RUIZ MORENO

Hablo como yo...
no me remito a más…

En el amor se encuentran dos seres más allá de sus simples perspectivas, de sus simples y llanos reconocimientos (por el otro), más allá de lo instintivo y lo necesario (¿acaso los animales aman?, es preciso que nos lo preguntemos), más allá de la intimidad, más allá del apoyo, más allá del utilitarismo, más allá de la completud, más allá de la muerte.

Por eso los andróginos, esos seres que no eran ARROGANTES sino FELICES preocupaban tanto a los dioses…

Por eso los dioses deciden separarlos, todo para darnos una ejemplar lección…

El andrógino era el ser COMPLETO, el ser que no necesitaba de nada, ni siquiera de darle oblaciones a los habitantes del Olimpo y eso lo hacía feliz. La felicidad era el problema, la completud (si trasladamos las palabras).

Yo me atrevo a ver nada más al epílogo, al momento del después, al momento cuando Zeus los separa y los funda, los constituye, los hace existir. Me remito al momento donde existe la falta en contracara a esa felicidad eterna que los hacía nada más que morir en la existencia, que los hacía gozar tanto de su completud que la vida perdía totalmente el sentido, que solamente tenía sentido con la otra parte, con la parte completante.

¿Y acaso no es eso el amor en todas sus formas? Esa es la pregunta que habríamos de hacernos nada más para encontrar que las respuestas se escabullen.
Yo me remito al amor fundamental y primigenio de un hombre por una mujer en el sentido más general del término, recordemos pues que en la Grecia antigua los hombres podían estar sin problemas con otros hombres y así mismo las mujeres, de la misma forma que los andróginos…

Vuelvo sobre mis pasos, sobre mis letras:

El andrógino fue separado, cortado, fallado, segado y fue ahí donde nació su falta, esa que lo hizo vivir, que lo hizo repensar su existencia, esa que lo hizo reencontrarse con su soledad (haciendo de este momento algo inaugural, un doble nacimiento), esa que lo hizo volver a generarse preguntas sobre la vida para poder responderlas en el dolor del ayer y lo incierto del mañana. Fue entonces el corte el que le permitió dejar el paraíso y vivir, con toda la tragedia y la alegría que esto tiene, Vivir para bien o vivir para mal.

Ahora mis queridos andróginos, después del corte, después de la luz enceguecedora del rayo: ¿Qué es lo que sobreviene al amor? ¿Cómo se han fundado en sus actos?

Octubre 16/07

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